On Authoritarian Predisposition

Sobre la Predisposición Autoritaria

¿Y si el autoritarismo no fuera una ideología, sino una predisposición?

 En tiempos de polarización, solemos mirar al autoritarismo como un fenómeno ideológico: una amenaza que viene “de derechas” o “de izquierdas”, asociada a partidos o líderes que desprecian la democracia liberal. Pero, ¿y si el autoritarismo fuera algo más profundo y más común de lo que pensamos?

La economista conductual Karen Stenner lleva décadas investigando cómo influyen los rasgos de personalidad en nuestras actitudes políticas. Su tesis central es tan provocadora como inquietante: alrededor de un tercio de la población tiene una “predisposición autoritaria”, es decir, una tendencia psicológica hacia la búsqueda de orden, homogeneidad y simplicidad en la vida social. No se trata de ideas, sino de una aversión emocional a la complejidad.

Estas personas —que pueden militar en partidos de derecha o izquierda, o incluso declararse apolíticas— se sienten profundamente incómodas ante el disenso, el pluralismo y la diversidad. No soportan los debates encendidos, la coexistencia de visiones distintas, la ambigüedad, los grises. Aspiran a un mundo donde todo encaje, donde las normas estén claras y se cumplan, donde “cada cosa esté en su sitio” —y cada persona también.

Lo más importante que señala Stenner es que esta predisposición no tiene nada intrínsecamente ideológico: se puede manifestar tanto en un nacionalismo étnico excluyente como en un igualitarismo dogmático que no tolera disidencias internas. Lo que define esta actitud no es el contenido de las ideas, sino la intolerancia a la diversidad de opiniones, estilos de vida o formas de ser.

Desde Eurocrazy, creemos que defender la democracia significa también cultivar la tolerancia a la complejidad. La pluralidad no es un defecto del sistema: es su esencia. Si descubrimos en nosotros mismos esa incomodidad ante el conflicto, esa ansiedad ante lo diferente, esa necesidad de que todo encaje y nadie discrepe demasiado… es hora de hacer una pausa y reflexionar. Porque el autoritarismo no siempre viene de fuera: a veces empieza dentro de nosotros.

💬 ¿Y tú? ¿Has sentido alguna vez esa tentación de “que se callen todos ya” o “que alguien ponga orden”? ¿Cómo lo manejas? Te leemos en los comentarios.

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